Puede ser que hayas odio hablar sobre esta investigación, pero desconozcas su nombre. O también es posible que no te suene de nada. Pero queremos contarte qué ha pasado en el sector de los ibéricos hace un par de meses y la importancia de la gestión y revisión de calidad.
La Operación Slice y su importancia
El pasado mes de mayo, agentes de la Guardia Civil incautaron, aproximadamente, 63.000 productos que iban a ser comercializados y que no presentaban los requisitos para ser aptos para el consumo.
Este delito es especialmente grave ya que fueron los encargados de empresas dedicadas al sector alimentario los que planearon y llevaron a cabo el fraude.
A los organizadores de la estafa, se les imputan, ni más ni menos, que delitos de falsificación y estafa contra la propiedad industrial y también delitos por atentar contra la salud pública, al estar comercializando con productos no aptos para el consumo, haciéndolos pasar por alimentos de gran calidad e ibéricos.
¿Qué es lo que hacían? Básicamente, empleaban de manera ilegal la imagen DOP Guijuelo para vender productos cárnicos simulando que eran ibéricos (para lo que también se apoyaban en una trazabilidad falsa de los mismos).
Gracias a esta investigación se descubrió cómo la empresa comercializaba jamones, haciéndolos pasar por puros “100% bellota” y con origen en la D.O.P Guijuelo, pero ofertados por un precio notablemente más barato a aquellos comerciantes que venden sus productos legalmente, con el fin último de obtener grandes sumas por estos.
En total, fueron incautados por los agentes más de 63.000 envases de productos loncheados. Esto ya nos suena a que estamos hablando de grandes cantidades de productos, pero, para que puedas hacerte una idea, el precio de todos estos productos ascendía a un valor de, aproximadamente, 967.000€.
Todo el proceso comenzó ya durante el año pasado, cuando se detectó documentación sospechosa vinculada a productos ibéricos loncheados en una nave de Córdoba, desde donde se distribuían a una importante cadena de supermercados (en la que se inmovilizaron casi 6.000 envases de productos “ibéricos”). Tras analizar los productos tanto la Consejería de Sanidad de Madrid como el Servicio de Control de Calidad Agroalimentaria de Andalucía, se destaparon irregularidades y falsificaciones en la documentación de los productos.
A su vez, el Seprona de la Guardia Civil de Salamanca comenzó la investigación de una empresa jienense que vendía sus productos en dos tiendas físicas y a través de una página web y que falsificaba, sobre todo jamones, haciéndolos pasar por productos ibéricos y con denominación de origen.
¿Qué ocurría en este caso? Que las vitolas de los jamones, donde se describe el producto como un ibérico de bellota 100% no cumplían con las normas básicas estipuladas en la D.O.P. de Guijuelo.
Tras esta investigación, los agentes pertinentes llegaron a intervenir más de mil vitolas falsificadas con logotipos de denominación de origen, así como diferentes productos ya preparados para su envío también falsificados.
La importancia del correcto etiquetado de los productos
Tras haber visto cómo los fraudes con relación a los productos ibéricos existen y están a la orden del día, queremos explicarte por qué es importante el buen etiquetado de este tipo de productos, qué significan y cómo debes comprobarlo.
Para ponernos en contexto, lo más importante que debemos saber es que, para que un jamón pueda recibir una denominación de producto ibérico, deberá tener como mínimo, un 50% de esta raza pura. Sin embargo, no es suficiente con esto ya que, en función del tipo de jamón, el animal deberá pasar sus últimas fases en la dehesa (para poder alimentarse de las bellotas de manera natural, que serán la principal fuente de alimentación del cerdo).
Como remate final, los jamones ibéricos con denominación de origen deberán llevar una etiqueta/vitola que los hará diferenciarse y distinguirse de otros productos ibéricos o no ibéricos, según la normativa publicada desde 2014.
Las etiquetas que servirán para diferenciar los jamones serán de 4 colores, y se diferenciarán en función de diferentes aspectos: alimentación, vida del animal y raza de los progenitores del cerdo. A continuación, os dejamos una ilustración en donde se explica esta clasificación:
Estos aspectos que comentábamos servirán para entender cuáles son los tipos de jamón ibérico, ya que la combinación de estos serán los que nos den las diferentes categorías: Jamón de Bellota 100% Ibérico (negro), Jamón de Bellota 75% Ibérico (rojo), Jamón de Cebo de Campo 50% Ibérico (verde) y Jamón de Cebo 50% Ibérico (blanco).
Como ves, el etiquetado de estos productos no son fruto del azar o la casualidad y responden a toda una serie de aspectos técnicos muy estudiados y analizados, y por este motivo, desde Cerdito Mío cuidamos en todo momento los productos ibéricos que ofrecemos a nuestros clientes y trabajamos siempre de manera honesta y transparente.
Nuestra principal empresa proveedora de productos ibéricos en Marcial, empresa afincada en Guijuelo, con gran tradición ibérica que lleva más de 100 ofreciendo productos de gran calidad. Bajo un criterio de exigencia y calidad muy riguroso, abalado por la propia Denominación de Origen Protegida, llevan a cabo la elaboración de sus embutidos, jamones y plaetas ibéricos de forma excepcional.
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